La calidad en salud y la satisfacción del paciente

La calidad en salud se mide por el grado de satisfacción del paciente ante cualquier episodio de enfermedad o ingreso en un centro hospitalario.

Ofrecer calidad en salud significa poner a disposición de los pacientes los mejores medios, infraestructuras y materiales con tal de poder dar la máxima calidad posible. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la calidad en salud como “asegurar que cada paciente reciba el conjunto de servicios diagnósticos y terapéuticos más adecuado para conseguir una atención sanitaria óptima, teniendo en cuenta todos los factores y los conocimientos del paciente y del servicio médico, y lograr el mejor resultado con el mínimo riesgo de efectos iatrogénicos y la máxima satisfacción del paciente con el proceso”.

Según datos de la OMS, en los países de ingresos altos, el 10% de pacientes sufre daños al recibir atención hospitalaria, y cabe prever que 7 de cada 100 hospitalizados pueden contraer una infección relacionada con la atención sanitaria. Por su parte, la OMS atribuye entre 5,7 y 8,4 millones de muertes anuales a la atención de calidad deficiente en los países de ingresos bajos y medianos, “lo que representa hasta el 15% de las muertes en esos países”.

A su juicio, esta definición de calidad abarca la promoción, la prevención, el tratamiento, la rehabilitación y la paliación, e implica que la calidad de la atención puede medirse y mejorarse continuamente mediante la prestación de una atención basada en datos probatorios que tenga en cuenta las necesidades y preferencias de los usuarios de los servicios: los pacientes, las familias y las comunidades.

Elementos de la calidad en salud

Actualmente, en la comunidad científica existe un consenso sobre las características que definirían qué es un servicio sanitario de calidad, que según describe la OMS, son:

  • Eficacia: proporcionar servicios de salud basados en datos probatorios a quienes los necesiten.
  • Seguridad: evitar lesionar a las personas a las que se dispensa atención.
  • Centrados en la persona: dispensar atención adecuada a las preferencias, las necesidades y los valores personales, en el marco de servicios sanitarios que se organizan en torno a las necesidades de la persona.
  • Oportunos: reducir los tiempos de espera y las demoras, que en ocasiones son perjudiciales tanto para los que reciben la atención como para los que la prestan.
  • Equitativos: aportar una atención cuya calidad no varía por motivos de edad, sexo, género, raza, etnia, lugar geográfico, religión, situación socioeconómica, idioma o afiliación política.
  • Integrados: lograr una atención coordinada a todos los niveles y entre los distintos proveedores que facilite toda la gama de servicios sanitarios durante el curso de la vida.
  • Eficientes: maximizar los beneficios de los recursos disponibles y evitar el despilfarro.

Favorecer la calidad en salud

La OMS, la OCDE y el Banco Mundial han propuesto una serie de medidas para que los gobiernos, los sistemas de salud, los ciudadanos, los pacientes, y el personal sanitario puedan lograr, mediante el trabajo conjunto, una prestación de servicios sanitarios de calidad en primera línea, a partir de las siguientes líneas de trabajo:

  • Cobertura sanitaria universal y calidad: debería convertirse en un compromiso mundial que todas las personas que necesitan servicios de salud reciban una atención de alta calidad y sin exponerse a dificultades financieras.
  • Orientación estratégica nacional en materia de calidad: las políticas y estrategias nacionales destinadas a mejorar la calidad de la atención proporcionan una base sólida para aumentar la calidad en todo el sistema de salud.
  • Calidad en todo el sistema de salud: para prestar servicios de calidad, hace falta una buena gobernanza, un personal sanitario cualificado y competente que cuente con apoyo y esté motivado, así como mecanismos de financiación que posibiliten y fomenten una atención de calidad, además de sistemas de información que continuamente realicen labores de vigilancia y aprendan a impulsar una atención mejor, así como medicamentos, dispositivos y tecnologías que estén disponibles, sean inocuos y estén debidamente regulados, aparte de centros sanitarios accesibles y bien equipados.
  • Sistemas de salud resilientes de calidad: la calidad y la resiliencia son conceptos estrechamente relacionados, ya que los sistemas de salud para ser resilientes necesitan prestar servicios de salud de calidad antes de una emergencia de salud pública, y mantenerlos durante el desarrollo de la misma, aparte de mejorarlos tras su finalización.

Datos sobre la calidad en salud

La OMS estima que los sistemas de salud de alta calidad podrían evitar más de 2,5 millones de muertes por enfermedades cardiovasculares, 900.000 muertes por tuberculosis, así como un millón de muertes de recién nacidos, y la mitad de todas las muertes maternas cada año.

Por todo, trabajar en pro de la calidad en salud es cosa de todos. Hoy en día, los pacientes están cada vez más informados y son más exigentes. Por ello, la formación y actualización del personal sanitario es fundamental y es que, hablar de calidad en salud significa no cometer fallos porque está en juego la vida de las personas. Por suerte, los servicios sanitarios buscan mejorar siempre todos los procesos de atención al paciente, aportando servicios de calidad. Actualmente, UNIR México ofrece dos Maestrías orientadas a la buena gestión del ámbito sanitario donde el paciente es lo más importante: la Maestría en Dirección y Administración en Salud, orientada a la gestión de hospitales o centros sanitarios. O, también, la Maestría en Administración de Equipos de Salud, pensada para liderar equipos de enfermería.

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